jueves, 15 de enero de 2009

LA FIESTA DEL AGUA

Los miércoles es la fiesta del agua en Jabal Ammán. Desde primera hora de la mañana se oye, como el canto de un ave rara, el repiqueteo lento y constante de un chorrillo de agua en los depósitos de metal vacíos. Una marea inunda despacio los jardines, anega los arriates, y corre por las calles hacia abajo empapando hasta el último rincón. Todo el barrio se llena de espejos. Las flores de los jazmines bajan por la corriente como minúsculos veleros. Los niños van al colegio saltando riachuelos y chapoteando, los gorriones se bañan en los charcos, y los gatos se retiran desconfiados a un refugio seguro en las casas abandonadas, en lo alto de las tapias, entre la espesura de las buganvilias. Vibran furiosos los motores de bombas y lavadoras, las mujeres fregotean incansables toda la casa, y, poco a poco, las azoteas y los balcones se van poblando del color alegre de las sábanas y la ropa limpia.

Hay que aprovechar porque es posible que los depósitos no den para toda la semana. Atrás queda la pesadilla de los dos últimos días para aquellos que no supieron calcular, que se dejaron un grifo abierto, o recibieron la visita inesperada de familiares o de amigos ajenos a esta escasez cotidiana.

3 comentarios:

  1. Vaya, estaba yo metidísima en la historia y de pronto, zas, corte. Cuéntanos más, me gusta mucho.

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  2. Migue. Bienvenido
    Espero con ilusión tus impresiones de ese interesante pais que tanto me gustó en mi visita, pero del que tan poco sé de su forma de vida y de las ilusiones de sus gentes.
    Espero con interés tus amenas informaciones y te animo a que sigas compartiendo con nosotros tus descubrimienntos.
    Cuenta con un fiel seguidor

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  3. eooo... creo que por fin lo voy a conseguir... bieeeeen!!
    No veas la que he liado para dejarte un comentarito...
    Me encanta empaparme de curiosidades, te seguiré en tu aventura!! besos.

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